La tecnología de soldadura por resistencia se basa en la formación de un punto o cordón de soldadura mediante la fusión y coalescencia de dos superficies que son calentadas gracias a su resistencia eléctrica durante un tiempo determinado durante el cual se aplica una fuerza. Se emplean fuentes de potencia eléctrica con transformadores que son capaces de generar corrientes eléctricas de alta intensidad (miles de amperios) y electrodos a través de los cuales pasa esa corriente.
Entre las principales ventajas de esta tecnología se incluyen una alta eficiencia energética, baja deformación de las piezas, muy altas tasas de producción, facilidad de automatización y ausencia de metal de aporte.